Entra a la oficina de nuestro equipo ahora y ¡Pregúntanos lo que quieras!

LA IMPORTANCIA DE LA DESCONEXIÓN DIGITAL Y LAS CONSECUENCIAS DE NO APLICARLA

La flexibilidad horaria y el teletrabajo han traído consigo una tendencia al trabajo asíncrono y remoto, lo que a su vez ha traído consigo muchos beneficios. El principal beneficio es la facilidad que ofrecen estos modelos para conciliar la vida profesional y la vida personal, permitiéndonos decidir qué momentos queremos dedicar al trabajo y cuáles a la familia, los amigos, el ocio… Esta práctica, bien ejecutada, nos permite destinar tiempo de calidad a ambos aspectos de nuestra vida, ser más eficientes, y aprovechar mejor el tiempo que tenemos.

Sin embargo, no es un modelo perfecto, la flexibilidad es un arma de doble filo cuando se trata de trabajar. Y es que, en algunos casos, puede hacer que la línea que separa la vida personal del trabajo puede quedar tan borrosa que no sepamos si estamos trabajando, descansando, o haciendo un poco de ambas, lo cuál no favorece a ninguno. Se han detectado casos en los que los trabajadores se sientan presionados a trabajar más de la cuenta para demostrar su compromiso con la empresa, lo que se acentúa al teletrabajar, ya que al no ver lo que hacen nuestros compañeros podemos tender a pensar que trabajan más que nosotros. Estos problemas evitan que desconectemos del todo del trabajo, perjudicando nuestra vida personal, nuestra motivación, y en el peor de los casos nuestra salud mental con problemas como el estrés laboral o la ansiedad.

Por estos motivos, es importantísimo que las empresas implanten planes de desconexión digital, de forma que se regule y las reglas del juego estén claras. No tienen que ser los propios trabajadores quienes decidan, sino que hay que educarlos y ayudarlos a no caer en estos problemas, que pueden ser muy perjudiciales tanto para las personas como para la empresa. Aquí debajo dejamos 6 consejos que pueden ayudar a sentar las bases de una buena política de desconexión:

1- Concretar tema y duración de las reuniones. Es importante fijar los temas a tratar y la duración de las reuniones para que no se nos vaya de las manos y que la jornada de trabajo no se alargue.

2- Fijar una hora límite para hacer llamadas y mandar mails. Es de sentido común, pero muchas empresas aun no fijan una hora límite para mandar mails o llamar a compañeros. Es importante separar bien el tiempo personal del profesional para evitar problemas como el estrés, la ansiedad y el famoso «burnout».

3- Priorizar tareas.

Realizar tareas en orden ayuda a optimizar el tiempo de trabajo y cumplir plazos, lo cuál favorece el descanso.

4- Incluir la conciliación y el bienestar personal en la cultura de empresa.

Es importante alinear a todas las personas de la plantilla en la forma de tratar estos temas, para facilitar que se saque el máximo beneficio a las horas de descanso también.

5- Organizar tareas antes de vacaciones.

Preparar un estatus de las tareas y una lista con los contactos de los responsables permite poder desconectar con más facilidad, sabiendo que los imprevistos que puedan surgir se resolverán sin necesidad de interrumpir las vacaciones.

6- Limitar el vínculo digital.

Acciones como desactivar las notificaciones de trabajo cuando se termine la jornada, cerrar el mail del trabajo en el móvil, apagar el móvil del trabajo…